La Directiva 2010/31/UE por la que se obligará en 2020 (2018 en el caso de edificios públicos) a que los edificios lleguen a un CONSUMO casi cero esta en vigor, pero poco ruido ha hecho. Para alcanzar estos niveles de consumo casi nulo, es imprescindible tener el objetivo claro desde las primeras fases del proyecto. De este modo se podran aplicar recursos gratuitos de la arquitectura bioclimática y del sentido común. A posteriori, resulta también imprescindible el control en fase de ejecución del proyecto. En efecto, por facilidades de ejecución, rapidez o picarezca, la introducción de cambios por parte de los instaladores o constructores, o la ejecución incorecta anula por completo el trabajo llevado a cabo hasta encontes para conseguir el ahorro energético.
Sin la preocupación para una formación continua, pocos serán los profesionales que serán capaces de dar respuesta a estos imperativos.
Las edificaciones planteadas con este imperativo verán disminuido considerablemente su coste de mantenimiento por la disminución de las instalaciones y por el ahorro económico en las facturas mensuales de la energía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario